Territorio visual y verbal

Partiendo de los valores fundamentales que conforman la esencia de la marca, los cuales han sido meticulosamente delineados en el proceso de definición de la «Brand Soul» o alma de la marca, nos disponemos a trazar estrategias visuales y verbales que permitan plasmar dichos valores de manera efectiva mediante imágenes y palabras.

El Territorio Visual, como punto de partida, se erige como el bastión desde el cual se establecen las directrices esenciales para la comunicación visual de la marca. Aquí, se despliegan cuidadosamente los elementos clave que transmitirán la identidad de la marca a través de iconos, fotografías e ilustraciones. Estos elementos visuales no solo serán representativos de los valores y la personalidad de la marca, sino que también serán coherentes con su identidad visual corporativa, asegurando así una comunicación visual cohesiva y memorable.

Por otro lado, el Territorio Verbal entra en escena para proporcionar el lenguaje necesario que acompañe y potencie la comunicación visual establecida. Aquí se establecen las pautas y normas para la redacción y expresión, con el objetivo de desarrollar un estilo propio y distintivo en el uso de las palabras. Desde la elección de tonos y registros lingüísticos hasta la estructura y longitud de las frases, cada detalle se cuida minuciosamente para asegurar que el mensaje transmitido refleje fielmente la voz y la personalidad de la marca.

En conjunto, tanto el Territorio Visual como el Verbal trabajan en sinergia para construir una narrativa coherente y poderosa que resuene con el público objetivo y refuerce los valores y la identidad de la marca en cada punto de contacto con los consumidores. Esta combinación estratégica de elementos visuales y verbales no solo busca capturar la atención y el interés del público, sino también establecer un vínculo emocional duradero que impulse la lealtad hacia la marca.